jueves, 8 de noviembre de 2007

Danza



Tras la noche de extenuantes actividades, mis pupilas son la diapositiva de un cansancio gestado por detrás de mis ojos, por delante de mis sueños... mis retinas fueron impresionadas por los fuegos de los pequeños avernos dominados de manera exquisita.
A escasos metros cuatro hechiceros sometieron a pequeños diablos de masa cálida a sus danzas más delicadas; hechiceros delgados con miradas oculta tras la oscuridad de los sortilegios ocultos... es de no creer como el príncipe del averno permitió tal suceso, es más me atrevo a decir que hasta sonrió ante tal osadía, danzar entre lenguas de fuego en un ritual mudo, ante el mundo que miró desde la distancia por cierto tiempo hasta que el danzarín mayor indicó el camino del acercamiento, pero como todo ser mortal que desconoce el manejo secreto de los cálidos horrores que giraban a escasos centímetros de esos cuerpos, mantuvieron la desconfiada distancia... (y entre ellos, oculto a la vista de todos, el duende de barba cana que sonreía con sus habitual risa ladina, extasiado ante el maravilloso baile).
Es de destacar que el nerviosismo por abrir la caja de los infiernos con lenguas de flama, hizo que las dos amazonas recurrieran al ritual de tranquilidad, consistente de cilindros de hierbas mágicas, de muertes lentas, nicotínicas imágenes de paz o seudo paz dibujaron el camino hacia el encuentro con aquellos seres...
Los demonios mostraron la furia de siempre pero sometidos a la voluntad de los chamanes, perros salvajes que esconden la cola entre las patas ante el amo o ante quien esta por encima de su jerarquía...
El sacro ritual duró pocos minutos, pero creo, o por lo menos así quiero creerlo, que las pupilas de los presentes se llenó de algo... no sabría decirlo, quizás de magia, de sueños o puede que quizás sea el hechizo de lo imposible de lograr doblegar a los cancerberos candentes y hacerlos bailar de las manos de los titanes de carne y valentía, y de las bellezas que los subyugaron con las manos tibias de los sueños nuevos y la dulzura de los ojos limpios.
Quizás yo también me lleve algo de ese fuego en mis pupilas, quizás esta noche queme en esa misma llama los trozos de temores que aún anidan en mi pecho y ordene a mis demonios que se sometan y los haga danzar conmigo sin cadenas, sólo con la voluntad de sentirme libre, con esa llama que da sentido a girar de vez en cuando a contramano por convicción o para sentirme vivo... esta noche entregaré, avivaré ese fuego que los cuatros chamanes me legaron, para que mi alma ya no sienta el frío de los mismo temores de siempre enmascarados bajo mil excusas, bajo mil mentiras... esta noche danzaré con mis demonios y los someteré...


Patch 25 de octubre de 2007


(Liberación de luz, de energía, de calor infinito... así fue la noche, ritos mudos profanos, donde cuatro duendes danzaron, ante el silencio del mundo, ante el asombro de quienes guardan esas pequeñas llamas como pequeñas magias de lo imposible)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Chicos: Felicitaciones por este año de trabajo y alegría que se han habilitado a ustedes mismos y que han contagiado esa energía a los demás. Eso, sean la chispa que encienda el cambio. Por una revolución de la alegrìa!
Lo importante es volver a lo escencial!!!!
Saludos y buenas aventuras para este verano!
Silvia Pereyra, desde Luján (bs as)